Lo más importante para poder entrar en contacto con tu dimensión emocional es tener tiempo para hacerlo; también significa tener concentración y disposición. Estás donde tu atención está.
Estos consejos te ayudarán a enfocar mejor tu atención y avanzar en la solución de cualquier problema que tengas.
Diariamente, una obligación se solapa con otra, desde la mañana hasta la noche, hasta el sagrado momento del entretenimiento.
1 Las obligaciones son impostergables.
2 El entretenimiento es sagrado, es TU momento personal, tu momento de premiación por el esfuerzo, tu último bastión de independencia y libertad.
Y así podría ser tu vida, pensando que no existe espacio entre las dos fases de esta dualidad.
El problema con funcionar así es que no tienes oportunidad de analizar, replantear u optimizar tu propio sistema y con el tiempo, vas dejando de lado todo lo que no encaje en este patrón.
Tener una rutina 100% dedicada al mundo exterior significa ser 100% gobernado por las obligaciones, y no ser capaz de mejorar hábitos o enfoques.
Pensamos que somos lo que pensamos… Te reto a que hagas una lista de todos los pensamientos que tienes en el día y analices:
Tu atención NO es infinita, es un recurso; incluir la dimensión emocional en tu vida requiere decidir hacerlo. Tu tren cotidiano de pensamientos NO es suficiente; reserva atención y energías para ti mismo.
La coherencia es un estado fisiológico en el que tu cuerpo funciona de forma óptima. Y cuando eso ocurre, se expande hacia fuera, siendo posible ir construyendo también un grupo social coherente, que nos lleve a cambiar, entre todos, la manera en la que estamos funcionando, hacia una forma más solidaria, armónica y justa.
Las emociones son el combustible que potencia tus acciones, por eso, dependiendo de cuán coherentes sean entre sí, pueden tanto ayudarte a lograr metas o a estancarte, autosabotearte y no lograr nada.
Tienes al día cientos de dilemas entre dos impulsos, uno generador de vida y otro destructor. Es en este hoyo energético donde habita la procrastinación, una gestión inefectiva de tus emociones.
Fácilmente podrías gastarte toda una vida en presenciar pasivamente la desgastante confrontación entre lo que quieres y lo que debes hacer, proceso que te deja energías solamente para dedicarte a tu vida mundana / materialista.
Tú sabes que no son dos personas distintas, ni siquiera dos bandos, son tus emociones pidiendo ser resueltas y tu mente intentando postergarlas.
Cuando eres presa de los dilemas:
Vivir en dilemas es como tener un auto en el que cada rueda apunta hacia un lado diferente.
La búsqueda de la coherencia es una labor de simplificación y direccionamiento:
La búsqueda de la coherencia es el ejercicio de conectar todos los aspectos de tu ser, todos tus roles, todas tus realidades, todas tus emociones y eliminar los dilemas haciendo que se conjuguen en una sola realidad, una dirección, un camino.
¿Hacia dónde? Hacia donde tú quieras.
De esta forma tus emociones podrán darte el impulso que tus acciones necesitan para lograr lo que te propones.
No te enfocas porque ello significa ser mucho más coherente, menos impulsivo y más maduro; madurar cuesta.
Enfocarte te acerca a las respuestas y muchas veces estas tratan de retos que no quieres afrontar.
Cuando estás enfocado, todo luce muchísimo más claro y sencillo de lograr; esta práctica te ayudará a encontrar cada vez mejores preguntas. La lista es mucho más larga, pero te cuento cosas como:
Si te interesa aprender a concentrarte y controlar tus acciones, palabras y emociones para lograr lo mejor de ti, ¡debes conocer el Proyecto Ansiedad CERO!