Antes de graduarme como Psicólogo en la Universidad Central de Venezuela en 1997, ya estaba dedicado de lleno al diseño web, oficio del cual viví hasta que junto a mi pareja Patt Vielma, fundé en 2011 Movidagrafica; una Agencia de Marketing que no sólo nos ha dado de comer sino que se convirtió en ticket, pasaporte y alfombra roja en nuestras 3 emigraciones en 4 países.
¿Y qué tiene que ve el diseño con la psicología?
Preguntan todos; la verdad es que MUCHO.
Estudiar psicología en la universidad fue solo una introducción al mundo de la investigación, la ciencia, las formalidades y la historia de algo que ha sido mi vida entera: el entendimiento de los confines del EGO humano, cosa que nunca he parado de hacer y que me ha llevado a alimentarme de muchas fuentes, mucho más allá de los pensums de cualquier universidad: biología, física, sociología, psicoanáliusis, biodescodificación, pnl, budismo, entre muchas otras ramas del conocimiento
Hay psicólogos de profesión y de vocación, yo soy los dos.
Cuando un psicólogo diseña, cosas asombrosas pasan. Ser psicólogo es estudiar el diseño de la mente y ser diseñador es compender la intención y la carga emocional detrás de cada acción. ¿Entiendes?
El hecho es que me dediqué al diseño y no a la psicología por varios años.
Haber invertido la vida en un emprendimiento tiene sus consecuencias: Movidagrafica ha sido una casa, una nave, un hijo, la materialización de todos mis demonios y superpoderes, un salvavidas que se paga con la vida misma; un aliado que pide demasiado pero que jamás traiciona... pero sobre todo:
Un embajador de mi estilo de vida semi salvaje en el mundo corporativo. Corporaciones, instituciones y gobierno no tenían que creerme, solo mirar nuestro portafolio.
Para responder a compromisos cada vez más grandes, viví la experiencia de formar y gerenciar redactores, diseñadores, programadores, ilustradores, animadores, gerentes de proyecto y ejecutivos de cuenta; me tocó aprender todos los aspectos de un mismo emprendimiento: desde lo mecánico hasta lo psicológico.
Y me di cuenta que ¡en el 90% de los casos, los emprendedores necesitaban más ayuda emocional que profesional!; los obstáculos más nocivos siempre han estado en la parte "blanda", en aquello que una agencia de marketing no puede cambiar.
En el 2012 decidí invertir la mitad de mis recursos en dar talleres de bajo costo para que diseñadores novatos tuvieran la oportunidad de crear una marca que creciera más allá de su individualidad y que reportara el mismo tipo de beneficios que Movidagrafica me generó.
Creé un taller que se llamaba "Diseñador Gráfico, 15 cosas que no te enseñaron en la Universidad"
En esa serie de 12 talleres durante 2 años, compartí con cientos de diseñadores, ilustradores, community managers, programadores, web designers y publicistas todas mis peripecias en el camino de construir un emprendimiento del cual pudieran vivir sin humillarse, que tuvo resultados tan positivos que fué ahí que comprendí cuál era mi Ikigai.
Siempre preferí apoyar al emprendedor talentosamente precario que servir al inversor abundantemente ignorante. De mis amigos fuí el único que logró hacerse una vida del ser un desadaptado.
No te creas, no es serlo y ya; para no ceder ante convenciones cómodas pero tontas (a mi parecer) me tocó construir todo, TODO: métodos, políticas, contratos y sistemas propios (literalmente hablando); por eso cuando hablamos de construirse una "casa" corporativa, una marca... realmente sé de lo que hablo.
No se si fue mi preferencia a los renegados con talento o mi desagrado a la burocracia corporativa... ¡o las dos! pero definitivamente me he convertido en una especie de psicólogo de gente con talentos y con ganas de vivir de ellos, pero con problemas de estructura, método y autoconfianza.
Comprendí que mi valor era enseñar a las personas a usar sus recursos emocionales a su favor para romper límites, convenciones y bloqueos, para así encontrar en la pasión, la fuerza para cambiar, sanar, emprender, todo.
Mi forma de conectar con mis clientes cambió de los fríos servicios de marketing un coach integral que solo yo puedo dar, porque tiene de TODO lo que he aprendido en mi vida: psicología, biodescodificación, psicoanálisis, budismo, física, biología, diseño, marketing, audiovisual, redacción, blogging, etc!.
Fundé entonces Ikigai Masters: una Escuela de Marketing de contenidos para influencers, bloggers y marcas
Ahora me dedico a ayudar, no solo a personas en el mundo del marketing sino a cualquier persona que tenga una meta, que desee materializar encontrar su propósito de vida... y vivir de ello.