El mundo humano es conflictivo, irresuelto y retador por diseño. Estamos programados para ser inconformes y quejumbrosos; ese estado de satisfacción y paz que pensamos que buscamos es solo una efímera burbuja transitoria e ilusoria que ocurre a manera de "receso escolar" entre interminables estados de conflicto y déficit, que son la normalidad.
La humanidad es una eterna persecución fractal de soluciones cuyo logro, únicamente trae más complicaciones y por ende, más soluciones a perseguir; para nosotros vivir es pensar, sentir y actuar como un depredador.
Y ahora que nuestro depredador se ha movido más rápido y mostrado las garras en desespero, por fin nos damos cuenta de lo impensable, una realidad tan vieja como nefasta e invisible: También somos presa.
Hemos vivido atrapados en una matrix fractal: despertamos de un conjunto de reglas trucadas e innecesarias para darnos cuenta de que estamos en otro nivel superior de reglas trucadas e innecesarias.
Constantemente nos vamos dando cuenta de que lo que pensábamos que éramos, no era sino programación de esa matrix que no veíamos.
Hemos descubierto que somos gobernados por psicópatas inconscientes que en su búsqueda frenética y voraz de placer, destruyen sin compasión a la madre tierra y todo lo que vive, al mismo tiempo que descubrimos que hemos estado haciendo lo mismo, pero en menor escala.
Hemos descubierto a un depredador que se dedica a perturbar nuestra vidas para alimentarse de nuestra angustia, al mismo tiempo que descubrimos que pensamos y vivimos de la misma forma, constantemente acechando nuestras presas: comida, logros, emociones, objetos, etc.
Nuestras relaciones (padres, hijos, pareja, amigos) son en realidad complejas dinámicas transaccionales de alimentación energética a base de emociones; las definimos en términos de lo que "se da" y se recibe"...
Creemos que alguien nos quiere cuando nos provee emociones que nos alimentan, pensamos que no, cuando ya no lo hace; vivimos intentando hacer que nuestros niños sonrían para alimentarnos de la energía de ese momento y nos afecta muchisismo cuando nuestra pareja entra con mala cara a la casa; en efecto, muy pocas personas saben la diferencia entre amor y apego.
Nos alimentamos de emociones como nuestro depredador lo hace.
Para mantenernos obedientes y dóciles y débiles, los predadores se involucraron en una maniobra estupenda pero horrible desde el punto de vista de quien la sufre. ¡Nos dieron su mente!, que se vuelve nuestra mente. La mente del predador es barroca, contradictoria, mórbida, llena de miedo a ser descubierta en cualquier momento.
El lado Activo del Infinito - Carlos Castaneda
La mayoría de los "despiertos" no salen de un arrogante y paralizado desconcierto ante el horror de descubrir que no somos el último eslabón de la cadena alimenticia, hecho que nos obliga a redefinirlo TODO, no solo por sentirnos en peligro, violentados, usados y abusados, sino por comprender la ironía fractal de nuestro destino.
Aunque hemos intentado liberarnos del depredador de muchas formas: denigrarlo llamándole parásito, confrontándole, amenazándole, divulgando su existencia o visualizando que lo quemamos con nuestros rayos de luz de colores...
Todo ha sido inútil:
...pues el parásito convive con nosotros en igualdad de condiciones, obstentando el mismo derecho y necesidad de existir que tenemos nosotros "los seres de luz".
Hemos estado intentando solucionar problemas con la misma mentalidad que los creó.
Las respuestas ha estado frente a nosotros todo el tiempo.
El depredador no es un ente, es un paradigma, un modo de vida; la matrix no es un estado de las cosas, es una modalidad de existencia. Al depredador no se le elimina con confrontamientos, se aprende a dejar de pensar como él. No se "sale" de la matrix, se deja de ser matrix.
Comprende que el drama humano está diseñado para ser fractalmente insuperable: dentro de cada reto hay anidados otros retos más pequeños que crecerán y gestarán nuevos retos. El déficit es parte del diseño de la vida humana. Desiste ya de buscar la plenitud en el plano material.
Tu existencia humana es invariablemente pasajera, pero tu consciencia no. Cuando abandones este rosario de complicaciones y apegos a los que llamas vida, en un cerrar y abrir de ojos, tus relaciones, logros, retos y dramas serán un sueño lejano y te quedarás solamente con el grado de consciencia que hayas desarrollado; entrénate para adquirir ecuanimidad, lucidez y concentración, a toda costa.
Cada reto en tu vida es más una pista para despertar que algo que amerita solución persé. Además, la mayoría de los problemas se solucionan al afrontarlos con la ecuanimidad de quién no le afectan.
Perseguir es concentrarse en el logro, perdiendo la poca noción del entorno que nos queda (la luz es un 0.01 del espectro electromagnético y en plenas capacidades, percibimos alrededor de un 0.01% de las frecuencias de la luz, saca cuentas), perseguir es invertir toda fuerza y atención en lo externo, olvidando lo interno, como quién se pierde en un sueño y olvida que está soñando.
En todos los niveles, desde lo emocional hasta lo espiritual, pasando por lo geopolítico, creamos entidades antagónicas, dándole roles ilusorios a otros y convirtiéndoles en excusas para nuestra incompetencia; tramas para nuestro entretenimiento y emociones para nuestro desgaste.
Hemos invertido la vida confrontando creencias contra otros seres igual de dormidos, igual de confundidos, ignorando que al final todos enfrentaremos el mismo destino y que ninguna creencia nos ayudará a lidiar con la verdad.
Aprende a vivir asumiendo total responsabilidad por tu experiencia.
Piénsate sin cuerpo, creencias, religiones, admiraciones, apegos, miedos ni limitaciones. Invierte tiempo y energías en ello; ¿Qué harías?, ¿A dónde irías?, ¿De qué conversarías?, ¿Qué harías después?...
Verás que te cuesta, no estás preparado para obtener lo que dices que buscas, has estado totalmente dedicado a ser humano y a resolver minucias imposibles. "Los árboles te han estado impidiendo ver el bosque".
No decaigas ante la frustración, continúa intentando verte totalmente libre; al final, ese es tu único estado real.
A pesar de que actualmente todo cambia, en realidad, nada cambia, a nivel superior, la dinámica es siempre la misma: siempre habrá una crisis en ciernes, un enemigo al acecho, una manada mayoritaria de borregos y una disidencia alborotada; siempre habrá mesías oportunistas usando el momentum colectivo para alimentar su ego, siempre saldrán a la luz descubrimientos con el potencial de cambiarlo todo... el único cambio real es el que logres ejecutar en tu enfoque desde la disciplina espiritual, luego de entender objetivamente las reglas del juego y trasciendas el paradigma depredador.