¿Cómo es posible que el simple hecho de caminar por un bosque tenga efectos medicinales comparables con la medicina que conoces?
Pues sí, resulta que hay evidencia científica que lo confirma (y bastante); este post, que puede resultar aburrido para quién ya está convencido de la relación directa entre la naturaleza y la salud, está creado para ayudar a los amantes de las evidencias a reconsiderar su postura con respecto a la relación entre esta y los medicamentos farmacéuticos.
Comienzo por contarte que nuevos estudios sugieren que la evolución podría estar basada en la cooperación de los seres vivos como parte de ecosistemas más grandes, en vez de la competencia salvaje entre especies; es entonces lógico asumir que nuestra salud esté vinculada con la calidad de nuestra relación con el ecosistema del cual formamos parte.
y Conocida en japonés como shinrin-yoku, la medicina forestal se caracteriza por ofrecer tratamientos basados en el contacto directo y prolongado con entornos naturales como coadyuvante o sustituto a los tratamientos tradicionales.
Una investigación del doctor Qing Li de la Nippon Medical School concluyó que
"La práctica continuada de los llamados baños de bosque (forest bathing) reduce significativamente la frecuencia del pulso cardíaco, aumenta el vigor, disminuye la depresión, fatiga, ansiedad y confusión."
Durante un paseo por el bosque, respiramos terpenos, sustancias con las que las plantas intercambian mensajes, que hemos comprobado que fortalecen nuestro sistema inmunológico.
Y aquí traigo un cóctel de ciencia para los intelectuales amantes de las evidencias:
Otra investigación logró asociar los baños de bosque a una potenciación de hasta el 46% en la inmunidad contra enfermedades infecciosas.
Otro estudio de la Universidad de Michigan mostró que sus participantes potenciaron 20% su memoria al estar en contacto con la naturaleza.
Entre 1972 y 1982, Dr. Roger Ulrich realizó un estudio en pacientes de un hospital de Pennsylvania encontrando que el mero hecho de estar ubicado en habitaciones con vista a escenas naturales (árboles, parques, etc) reducía significativamente el tiempo de recuperación, la necesidad de fármacos analgésicos y los reportes por quejas y mal humor.
Un mega estudio documental que recopiló datos de 290 millones de personas habló de menores niveles de diabetes tipo II, tensión arterial, frecuencia cardiaca, colesterol y estrés.
En 1989 David Strachan corroboró la llamada hipótesis de la higiene demostrando que quienes viven lejos de lugares verdes con animales de granja, sufren más alergias y asma.
El Earthing o "grounding", sostiene que el contacto de la piel con la tierra desencadena una serie de beneficios al cargar nuestro cuerpo de iones negativos: electrones que neutralizan los radicales libres, protagonistas de procesos inflamatorios.
Los defensores del earthing afirman que pasar la vida envueltos en tejidos sintéticos que nos aíslan eléctricamente del planeta es per se, dañino para la salud.
El earthing ha sido científicamente relacionado con beneficios como Disminuir la viscosidad de la sangre, mejora de la eficiencia respiratoria, y disminución de los niveles de inflamación crónica; esto NO es poco decir porque gran parte de los males que nos aquejan a los urbanitas están relacionados con la inflamación.
Pues si, te presento a Mycobacterium vaccae, una de las responsables del aroma que percibimos en el bosque y que se conoce por sus propiedades inmunitarias y antiinflamatorias, útiles en el tratamiento del asma, el cáncer, la psoriasis, la dermatitis o la depresión.
Mary O’Brien, oncóloga del Royal Marsden Hospital de Londres comprobó que M. vaccae funciona como un antidepresivo, al observar que un grupo de pacientes de cáncer experimentaron significativos cambios positivos en el funcionamiento cognitivo, los niveles de vitalidad.
Científicos de la Universidad de Colorado descubrieron que M. vaccae aumentaba notablemente los niveles de serotonina y norepinefrina en el cerebro de ratones causando un efecto similar a fármacos antidepresivos como el Prozac pero sin sus desagradables e innecesarios efectos secundarios.
Más allá de los eufemismos repetidos por los blogueros ecologistas, es definitivo que mientras más directo, prolongado, sincero y crudo sea tu contacto con los entornos naturales, sus efectos, sean cuales sean, serán más intensos.
No hay que ser un genio para comprender que eso de "abrazar un árbol" es solamente una forma más de Eco terapia, una más emocional, más entregada, pura e intensa. Claro que no se trata de "ir y poner los brazos" alrededor de un árbol y ya; tienes que poner de tu parte y hacer la experiencia tuya:
Tu consciencia, tu intención, tu lugar, tu momento, tu árbol, un abrazo sincero en búsqueda de felicidad, claridad o salud...
¿Por qué no lo intentas y regresas luego a relatar tus experiencias en los comentarios?
Yo estoy tan seguro de esto porque afortunadamente viví la experiencia (léela, te agradará) en carne propia; Aún teniendo una formación científica (psicólogo) no necesito evidencias o estudios para demostrar(me) que mantener contacto directo con los árboles me ha cambiado la vida... para mejor.
Tampoco que es que fuiste, pisaste el bosque y te curaste, no.
Todo método de sanación basado en lo natural requiere comprender 2 cosas:
1 Quien sana es el individuo, no la medicina (ni el fármaco ni el bosque): El protagonista del proceso de sanación eres tú con tu consciencia e intención; lo más valioso de toda medicina natural es que despierta al individuo, le hace consciente de su rol protagónico y lo saca de víctima / paciente / obediente, típico de la medicina tradicional. TODO remedio natural es una ayuda para enfocarte, empoderarte y fortalecer tu intención; sanar implica despertar y conocer las raíces emocionales de tu enfermedad (tu conflicto) para adquirir una intención de sanación clara y poderosa.
En el caso de los baños de bosque, la ayuda que te prestarán los químicos respirados y tocados, la ausencia de ruidos urbanos, la calma y cercanía con seres vivientes compatibles con la naturaleza humana viene totalmente supeditada a tu estado mental, por eso es que la medicina forestal incluye técnicas de meditación y mindfulness.
2 No es rápido, automático o instantáneo: Esa es una de las mañas que "lo natural" nos obliga a dejar; la necesidad ansiosa y enfermiza de los resultados inmediatos. Por más poderosa que sea la medicina forestal, entiende que estamos hablando de hábitos (los que nos enferman y los que nos sanan); todos estos estudios hablan de los efectos de las visitas habituales y prolongadas.
Estudios como los llevados a cabo por la Fundación Affinity ponen en números algo que es obvio para cualquier amante de animales: La compañía de un animal mejora la calidad de vida de todo ser humano; aumenta la longevidad, preserva el equilibrio físico y mental, facilita la recreación, reduce el estrés, disminuye el índice de depresión y aumenta el grado de responsabilidad en los niños.
Según un estudio finlandés realizado con 397 niños en Finlandia demostró que los niños criados en contacto con mascotas en su primer año de vida poseen sistemas inmunológicos más fuertes y 30% menos de posibilidades de presentar síntomas de infecciones respiratorias (tos, rinitis y fiebre) que los niños sin mascotas.
Un estudio de la Concordia University de Montreal, en Canadá, confirmó que los niños que duermen con sus mascotas gozan de un sueño de mejor calidad y mejor salud.
Otro estudio de la URV constata diversos beneficios sobre el desarrollo emocional y social de vivir con un animal en edades tempranas.
La AntroZoología es una ciencia que estudia la interacción humano - animal y sus múltiples potencialidades terapéuticas, entre otras.
Cuesta creer que científicos estemos hablando de bichos de la tierra, que al respirarlos estimulan nuestro sistema inmunitario, o de que el mero acto de tener un árbol en la vista de tu habitación aumente el tiempo de recuperación, o que la mera presencia de una mascota tenga efectos en la salud respiratoria de los niños.
Cuesta creer que médicos estén recetando irse a meditar al bosque como tratamientos equivalentes a regímenes de medicamentos.
¿O no?
No.
En realidad es que hemos estado dopados; este post solo dice cosas que son 100% obvias para los antiguos pueblos aborígenes, chamanes y demás habitantes pre industria de nuestro planeta; somos NOSOTROS los urbanitas los que hemos naturalizado los efectos nocivos de la vida urbana y olvidado qué es realmente la salud.
"A menudo buscamos medicamentos cuando no estamos bien, pero la exposición a ambientes que promueven la salud es cada vez más reconocida como prevención y ayuda para el tratamiento de enfermedades... un impacto clínico significativo"
Andy Jones, Doctor y profesor
Hemos confundido la búsqueda de la salud con el consumo de medicamentos; dejando a la naturaleza fuera de la ecuación, la realidad es que sanar no es un privilegio que nos dan las medicinas o los médicos, sino el poder (y derecho) de vivir que adquirimos todos los seres al funcionar colaborativamente en armonía con nuestro ecosistema.